lunes, 1 de febrero de 2016

Qué es un trastorno obsesivo compulsivo y a quiénes afecta?

Qué es un trastorno obsesivo compulsivo y a quiénes afecta?

Todos hemos oído hablar de los trastornos obsesivo-compulsivos, pero no sabemos exactamente qué son, cómo operan y a quiénes afectan.
En Genial.guru descubrimos que son más frecuentes de lo que podrías imaginar. Es posible que alguna vez hayas sufrido de uno o que alguien a tu alrededor tenga tendencia a sufrirlos.
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un desorden de ansiedad caracterizado por pensamientos intrusivos y recurrentes. Cuando alguien sufre un TOC siente frecuentemente preocupación, miedo o repulsión y estos sentimientos lo impulsan a tener conductas repetitivas denominadas como compulsiones. Las compulsiones buscan reducir la ansiedad, pero paradójicamente contribuyen a aumentarla.
Esta definición suena como algo aterrador que solo sufrirían pacientes de clínicas psiquiátricas, pero en realidad describe la vida diaria de muchas personas. Se calcula que más de cien millones de personas en el mundo sufren actualmente de algún tipo de TOC.
Tú o los tuyos, estadísticamente, tienen altas probabilidades de ser una de estas personas. Aunque es importante guardar las proporciones. Si bien algunos de nosotros podemos tener un TOC, lo más probable es que no lo suframos en un grado profundo de gravedad, es decir, que no nos impida ser individuos adaptados a la sociedad con vidas funcionales. Sin embargo,puede que sí esté afectando nuestra calidad de vida. Es por esto que vale la pena saber de qué se trata e identificarlo para evitar que se convierta en un estorbo en nuestra cotidianidad.
¿A veces vuelven a tu mente pensamientos del pasado o preocupaciones que no están relacionadas con el momento que estás viviendo?, ¿tiendes a sentir repulsión al utilizar cosas que no conoces o no limpiaste tú mismo, como baños públicos, botes de basura o cubiertos?, ¿tienes alguna costumbre muy específica sin la que no te sientes tranquilo, como organizar siempre de la misma manera tu mesa de noche o ajustar el volumen del televisor en el mismo punto?, ¿verificas varias veces que hayas hecho bien una tarea sencilla como cerrar la puerta del horno o apagar las luces de tu habitación? Entonces deberías seguir leyendo, porque es probable que tiendas a los pensamientos obsesivos y estés generando comportamientos compulsivos.
El primer signo de alerta son los pensamientos recurrentes. Si en la noche no logras conciliar el sueño porque vienen a ti «pensamientos boomerang» cargados de preocupaciones o dudas, significa que tiendes a ser ansioso. La ansiedad, en exceso, puede convertir esos pensamientos en pequeñas obsesiones que no te dejan pensar claramente. Así, cuando estés haciendo cualquier cosa, los pensamientos regresarán impidiéndote concentrarte en el presente.
Lo siguiente que puede ocurrirte es que intentes generar mecanismos de verificación para calmar la sensación agustiosa que te generan los pensamientos recurrentes. En este caso comenzarás a tener gestos repetitivos como mirar tu teléfono celular varias veces, lavarte las manos con mucha frecuencia, revisar más de una vez que hayas cerrado bien alguna puerta o llave de agua. Tu cerebro crea la sensación de seguridad cada vez que repites el comportamiento, pero la alarma de ansiedad vuelve a encenderse cada vez con más frecuencia, y en este punto comienza un círculo vicioso que nunca termina.
Si te sientes identificado con estas descripciones, enciende tus alarmas, pero, por favor, no te obsesiones con esto. Si el tuyo no es un caso grave, el simple hecho de hacer consciencia de tu tendencia es la mitad del trabajo. Obsérvate cuando lleves a cabo tu rutina e impídete presentar comportamientos compulsivos. Cuando sientas que quieres verificar o limpiar algo más de una vez, no lo hagas, recuerda que eso solo aumentará tu ansiedad. Y combate tus pensamientos obsesivos enfocándote en tu tarea presente. Los trastornos obsesivo-compulsivos son más comunes de lo que imaginas, pero combatirlos también es muy sencillo. ¡Así que diles adiós!

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